Deja que Sócrates entre a tus Feedbacks

Deja que Sócrates entre a tus Feedbacks

INTRODUCCIÓN

Cuando pensamos en herramientas de trabajo naturalmente tendemos a visualizar desde utensilios como martillos y taladros hasta computadoras y tecnologías de las más sofisticadas. 

Sin embargo quiero poner en valor una herramienta devaluada como tal, ¿por intangible … tal vez? Una herramienta más poderosa que cualquier tractor y tan efectiva como cualquier medicina bien administrada.

 Y en ésto tengo que remitirme al principio … y al principio fue EL VERBO … LA PALABRA, esa que se escuchaba antes de ser escrita y materializarse sobre alguna piedra, tabla o papel y ocupar un lugar en el espacio.

 Hasta que llegó el momento de la escritura y entonces la lectura, solo teníamos el lenguaje oral. Y es interesante porque es la filosofía, madre de todas las ciencias – como me gusta llamarla- que utiliza a la palabra como herramienta central. Si hasta de manera despectiva escuchamos decir “déjate de filosofar” cuando hablamos mucho y el discurso nos va llevando a lugares impensados.

“LA PALABRA ES AL ALMA LO QUE EL FÁRMACO AL CUERPO”.

 Desde Homero[1] y Pitágoras[2] hasta Empédocles[3], Gorgias[4] y Sócrates[5], la palabra se convierte en el fármaco de las enfermedades de la ciudad y del alma, al decir de estos filósofos de diferentes maneras. Dicho de otro modo: “La palabra es al alma lo que el fármaco al cuerpo”. Dentro del mundo de la filosofía, suele utilizarse la metáfora que denomina al filósofo como “EL MÉDICO DEL ALMA”.

 Así el core de la educación de los griegos, se basa fuertemente sobre la forma auditiva de la oralidad apoyándose en la memoria. Y es que los mitos, los primeros relatos de la cultura occidental, se van transmitiendo de generación en generación. Los mitos están hechos de palabras, antes que de hechos; son pura narración carente de referencia y de verificación, pues los dioses, los héroes y sus hazañas fueron una hermosa construcción de palabras.

Las fórmulas verbales, de carácter mágico, pueden encontrarse dentro de culturas primitivas, como por ejemplo en los brujos de las tribus con sus conjuros mágicos quienes podían hacer tanto el bien como el mal. Dentro de la tradición griega se denominaba epodé o incantamentum a esas fórmulas mágicas, cantadas y recitadas, muchas veces, que más tarde pasarán a la escritura y se convertirán en una especie de amuleto contra la enfermedad. También llamados ensalmos.

 Resulta importante marcar un punto de corte, en donde había mucho de pensamiento mágico casi primitivo de la palabra curativa hasta la evolución del pensamiento hacia el uso racional y filosófico del logos.

Para la Filosofía Clásica –LOGOS- significa entre otras cosas PALABRA y dentro de su cultura había clara conciencia sobre el poder que tiene la palabra un poder tanto bueno como malo y así podía sanar como matar. 

Gorgias, un gran sofista concibe a la palabra como un arma de combate. Como una lanza o una flecha que se arroja al enemigo cuando éste no se lo espera dejándolo sin argumentos y así poder influir de tal manera de hacerlo cambiar de opinión. Dice de forma textual: [6]“la palabra es un poderoso soberano que con un cuerpo pequeñísimo y completamente invisible lleva a cabo obras sumamente divinas. Puede, por ejemplo,  acabar con el miedo, desterrar la ficción, producir la alegría o intensificar la compasión.” Lo que él dice es que así como una palabra te puede ayudar a curar el alma también puede producirle su muerte. 

Sócrates era apasionado por hablar, estaba dispuesto a pagar para que hablen con él cuando por el contrario los sofistas en aquella época cobraban por enseñar. No era charlar sobre cualquier cosa, era dialogar para buscar juntos la verdad y tenía un método que hoy conocemos como el método socrático y que consta de dos momentos: el primero era el de la ironía Se basaba en formular preguntas para mostrarle al otro que lo que creía saber en realidad no lo sabía. Cuando éste aceptaba su ignorancia sobre el tema, Sócrates pasaba a la segunda parte: la mayéutica. Para los griegos, la mayéutica era el arte de ayudar a parir a una mujer. Como analogía de la profesión de su madre que era partera, Sócrates decía que él ayudaba a las almas a parir las verdades. Así como su madre ayudaba a dar a luz a las embarazadas. La mayéutica es el arte de iluminar al otro para que diga lo que sabe pero no sabe que lo sabe hasta ese momento casi mágico. Es el otro el que tiene verdades en su interior, no es el filósofo en este caso quien influye y mete sus ideas en los otros. Por el contrario Sócrates reconoce “el progreso que hace el otro en ese diálogo cuando por sí mismo descubre y engendra bellos pensamientos”, al decir del mismo filósofo.

Así Dialogar es ayudar al otro a sacar las verdades y descubrir lo que tienen en su interior oculto o retenido.

 Es curioso pero Sócrates no dejó escritos. Lo que se conoce es lo que Platón, quien fuera su discípulo, escribió. Aunque no tan curioso porque él decía que las cosas importantes no se escriben en papel sino en el alma de las personas y eso se hace a través de un diálogo

Traigo esto para dejarles pensando, porque creo que siempre es importante pero más ahora desde este contexto de mayor virtualidad, encontrar espacios de DIALOGOS DESDE LA IDEA SOCRÁTICA de ayudarnos mutuamente a sacar las verdades que tenemos en nuestro interior.

Termino con este texto de Sócrates que describe el arte de la psicoterapia y dice:

Es del alma de donde arrancan todos los males y los bienes para el cuerpo y para todo el hombre; como le pasa a la cabeza con los ojos. Así pues, es el alma lo primero que hay que cuidar al máximo, si es que se quiere tener bien la cabeza y todo el cuerpo. El alma, venerable amigo, se trata con ciertos ensalmos y estos ensalmos son los buenos discursos y de tales buenos discursos nace en ella la sensatez. Y, una vez que ha nacido y permanece, se puede proporcionar salud a la cabeza y a todo el cuerpo[7].

Hoy son los líderes de equipo a quienes les toca dialogar desde esta idea socrática con buenos discursos para proporcionar salud a la cabeza y a todo el cuerpo.

 Si pensamos esos espacios de feedback como los espacios de diálogos que mantenía Sócrates con sus discípulos y nos preparamos para ello, tendremos la plena seguridad que estamos cuidando su salud mental.  Sostener desde la virtualidad a tantas almas trabajando solas desde sus casas. Generar espacios de conversaciones pero con este efecto sanador que en contexto de pandemia pone en riesgo la salud mental debería ser parte importante de la agenda de todos los líderes dentro de las organizaciones. No decir desde la autoridad que te da el rol, sino dialogar construyendo con el otro y tener la habilidad de la mayéutica: ayudar al otro a sacar lo mejor de sí, a parir sus verdades.

Cuidemos cómo usamos las palabras y la calidad de nuestros diálogos, pues ello nos configura como líderes multiplicadores de talento. La calve no es otra que ser más equilibrados entre nuestra razón y corazón. La clave no es otras que ser líderes más humanos.

 Podes ver su versión en video en mi canal de Youtube: https://youtu.be/K3L9A5KES6k o Escucharlo en su versión de PODCAST https://open.spotify.com/episode/3MS9dtlurkWYlID73INrQl?si=q3zmJLpzRtiCjGD3rT3zGA


[1] Homero es el nombre dado al aedo (artista que cantaban epopeyas acompañándose de un instrumento musical, la cítaraa) quien tradicionalmente se atribuye la autoría de los principales poemas épicos griegos: la Ilíada y la Odisea.

[2] Pitágoras un filósofo y matemático griego considerado el primer matemático puro. fundador de la Escuela pitagórica, una sociedad que, si bien era de naturaleza predominantemente religiosa, se interesaba también en medicina, cosmología, filosofía, ética y política, entre otras disciplinas. El pitagorismo formuló principios que influyeron tanto en Platón como en Aristóteles y, de manera más general, en el posterior desarrollo de la matemática y en la filosofía racional en Occidente

[3] Realmente se conoce muy poco de la biografía de Empédocles; su personalidad está envuelta en la leyenda, que lo hace aparecer como mago y profeta, autor de milagros y revelador de verdades ocultas y misterios escondidos.

[4] Gorgias, filósofo sofista del período antropológico de la filosofía griega. Gorgias fue el más admirado maestro de retórica de la antigua sofística. Los sofistas, literalmente los sabios, es el nombre que recibió un grupo de intelectuales que en la Atenas de mediados del siglo V empezó a hacer del saber una profesión impartiendo, con gran escándalo de los filósofos, lecciones de retórica y elocuencia a los jóvenes de la clase dirigente que pretendían dedicarse a la carrera política.

[5] Filósofo griego. Pese a que no dejó ninguna obra escrita y son escasas las ideas que pueden atribuírsele con seguridad, Sócrates es una figura capital del pensamiento antiguo, hasta el punto de ser llamados presocráticos los filósofos anteriores a él. Rompiendo con las orientaciones predominantes anteriores, su reflexión se centró en el ser humano, particularmente en la ética, y sus ideas pasaron a los dos grandes pilares sobre los que se asienta la historia de la filosofía occidental: Platón, que fue discípulo directo suyo, y Aristóteles, que lo fue a su vez de Platón. Padre de la mayéutica que comparaba con el oficio de su madre de comadrona, echar luz con preguntas sobre la sabiduría del mismo hablante en su método de diálogo socrático. 

[6] Gorgias, Encomio de Helena, 8.

[7] Platón, Cármides, 156 e – 157 a.

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