INTRODUCCIÓN
Desde que se desencadenó la pandemia global fuimos transitando diferentes temáticas que se hacían escuchar con mas fuerza. En la necesidad de comprender y poder atravesar lo que la realidad nos imponía sin margen de elección y dominio. Como una forma de procesar y poder integrar a nuestro marco simbólico qué está pasando. Necesitamos ponerle nombre a las cosas.
La vacuna se demora y se instalan temas como economía y seguridad que se presentan como crisis económica y aumento del delito. La pandemia y la cuarentena que nos obligó al encierro profundizó y aceleró problemas socioeconómicos y entonces culturales, ya existentes en nuestro país. Pero no quiero desviarme del tema entrando por temáticas más de aristas políticas y entonces ideológicas.
Lo que quiero explorar es a partir de la necesidad de salir del encierro para resolver dichos temas sin profundizar la pandemia. Atender a la salud pero también a la economía y a la seguridad. Aquí hago un paréntesis y debo recordar que el pecado original del actual devenir y estado de situación a mi entender y el de muchos, resulta de pensar en términos dicotómicos o dilemáticos salud vs. economía. Si Uds. recuerdan, estas fueron las variables de nuestros conductores para tomar decisiones y así “nos encerraron”, claro con el costo que ahora estamos pagando en economía y seguridad.
RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL PARA APRENDER A CONVIVIR CON EL VIRUS
Así la renombrada “nueva normalidad” fue variando su significado o ampliándolo e incorporando nuevos contenidos. Siguiendo el pulso de la cuarentena que se va extendiendo y transformando, escucho referentes y líderes de opinión hablar de “APRENDER A CONVIVIR CON EL VIRUS” y entonces de “RESPONSABILIDAD SOCIAL INDIVIDUAL”
Aprender a convivir con el virus no es solo una frase sino que implica y hace a la necesidad de re-educarnos para cuidarnos y resolver en comunidad, las otras dos nombradas también como pandemias: la crisis económica y la inseguridad. Ambas son una forma dañina de afectarnos y matarnos literalmente hablando en muchos casos. Resulta un circulo vicioso, si bien el des-empleo no justifica el delito, la desesperación y el instinto de supervivencia mueve a las personas hacia conductas impensadas. Hasta matar en defensa propia, para defender aquello que se percibe como bienes que no se podrán volver a tener en el corto plazo por falta de trabajo e ingresos.
La responsabilidad individual que tanto se nos pide para poder salir del encierro nos lleva al terreno de los hábitos.
NUESTROS HÁBITOS
Para asegurarnos de estar refiriéndonos a lo mismo definamos HÁBITO a una rutina o comportamiento que se lleva a cabo regularmente al punto de realizarse de manera automática.
Luego diferenciemos los buenos hábitos de los malos hábitos. El hábito nos predispone a la realización perfecta de una tarea o actividad. Aristóteles nombra a los malos hábitos como vicios .
Algo interesante y altamente alentador, que aprendemos de Aristóteles en la “Ética de Nicómano” es que los hábitos no están en nuestra naturaleza, no al menos en la primaria. Él los ubica como en un segundo orden natural. Se hace en dicho texto la referencia a la necesidad de ejercitar e intensificar – o no – aquello que sí es de naturaleza primaria. Facultad y pasión son dos conceptos importantes para entender cómo funcionan nuestras conductas si queremos educarlas a fines de generar hábitos para salir del encierro. Así tenemos tres términos Facultad- Pasión – Hábito
Para no ponerme más filosófica y haciendo un reduccionismo de los conceptos, las facultades son por ejemplo cualquiera de nuestros 5 sentidos. Ahora bien, como facultades naturales luego podemos servirnos de ellas y entrenarlas. Así surgen las sutilezas, que no son tales, como las que se mencionan generalmente entre ver y mirar u oír y escuchar en la línea de “educar a nuestros sentidos”. No adquirimos nuestros hábitos o nuevos hábitos si buscamos cambiarlos, sino después de haberlos previamente practicado. Para cambiar conductas, no hay otro camino que haberlas aprendido, y no las aprendemos sino practicándolas.
Es muy importante entender cuando hablamos de responsabilidad individual, sobre todo para nuestros líderes que no se trata del libre designio del destino o alineación natural de los planetas. Muy por el contrario nada más anti natural que los HABITOS.
Un breve comentario sobre la pasión, que hoy está muy de moda en la línea de lo que conocemos como la gestión de las emociones. Para diferenciar el término entre facultad, pasión y hábito, las pasiones son por ejemplo: el deseo, la ira, al miedo, la envidia, la alegría, la amistad, al odio, los celos, la compasión y todos aquellos sentimientos que llevan consigo dolor o placer.
Y QUÉ TIENE QUE VER ESTO CON APRENDER A VIVIR CON EL VIRUS
Nuestros hábitos lo son todo. Los hábitos son necesarios en un mundo caótico y desordenado porque nos enfocan y nos ofrecen un contexto de certezas y confort psicológico.
Cuando comenzó la cuarentena la búsqueda desesperada de contar con una agenda estructurada de rutinas, son la muestra de ello. Pequeñas actividades organizadoras de nuestro día en casa, como los horarios de descanso y las comidas te ofrecen la percepción de zonas de control que suman a que te sientas con mayor autoconfianza y te van fortaleciendo y habilitando para avanzar a tomar desafíos más grandes. Podemos decir que los hábitos son tu zona segura.
Los pequeños hábitos, como hacer tu cama al levantarte o ejercitar tantas veces por semana, te fortalecen en tu voluntad para el logro de metas mayores. Así los hábitos que tienen que ver con el sueño, la alimentación, el ejercicio, el estudio y el trabajo te van poniendo en el camino y preparando para mayores retos.
Si los momentos de crisis nos desorientan, nos ponen en esa sensación de ansiedad y angustia que provoca el miedo de qué sigue luego, es porque las crisis que preceden a los cambios, generalmente logran sacarnos de nuestros hábitos y hacen que nuestro mundo se caiga.
Ahora se trata de una crisis global pero si miramos a nuestra historia personal, todos enfrentamos cambios en la vida. Lo importante es identificar qué pequeños hábitos que adoptemos para dar forma nuevamente a nuestro mundo aunque parezcan pequeños e insignificantes, nos ofrecen esa zona segura que sentimos perdida. Entonces comenzar por lo pequeño como dicen los americanos “start small” pero sostenerlo en el tiempo para ir creciendo.
Si vamos a ir saliendo del encierro, generar nuevos hábitos para una convivencia saludable con el virus hasta que salga la vacuna, debe ser prioridad en la agenda de todos pero más de nuestros líderes. Ellos son los responsables de generar el marco de contención para orientar nuestras conductas hacia hábitos sustentable dentro de un contexto infectado.
En otras palabras, desde la definición de protocolos hasta el marco regulatorio y jurídico que castigue a los viciosos y premie a aquellos que cumplen son responsabilidad de nuestros líderes más allá de apelar a la responsabilidad individual. No se trata de delegar a la sociedad la responsabilidad que debiera estar liderada por aquellos referentes que fueron elegidos para ello. Lo que quiero decir es que solamente hablar de responsabilidad individual no sería lo correcto.
Si lo que se viene es aprender a convivir con el virus, las conductas deben aprenderse: lavarse las manos con frecuencia, mantener distancia física, usar tapaboca, no asistir a eventos sociales, etc. Nuevas conductas que tenemos que aprender y sostener y que no están en nuestra naturaleza.
Sabemos y ya está estudiado que las conductas son condicionadas, esto es en respuesta a determinados estímulos. Muchas veces no somos capaces de sostener una dieta o un mal hábito como el de fumar, lo que da cuenta de lo difícil que puede ser cambiar nuestros hábitos para no volver a caer en conductas que al decir de Aristóteles son viciosas y nos dañan. Entonces hay que ayudar a la llamada “responsabilidad individual”
Si atendemos a algunas enseñanzas de la Escuela Conductista y no caemos en discusiones que nos llevan a lugares comunes como los de la manipulación de las conductas pues ahora más que sumar restarían, ayudamos a nuestro aprendizaje de convivencia con el virus. No se trata de llenarnos de publicidad, propagandas de cómo lavarse las manos solamente. No es el camino para generar hábitos.
Asumiendo que todos queremos aprender a convivir con el virus para abrir la economía y salir del encierro, podemos generar propuestas interesantes para re-educarnos como individuos y como sociedad en el camino de aprender a convivir con el virus.
Es claro y todos tenemos que saber que la clave está en nuestros HABITOS y que no está en nuestra naturaleza. El cambio de hábitos es extremadamente difícil si no existe un plan deliberado para que ello suceda. He aquí un abanico de diferentes estilos y perfiles de individuos a los que le resulta más o menos fácil la autogestión de sus conductas, con lo cual se hace imprescindible contar con un liderazgo asertivo que propicie el contexto y facilite el desarrollo de los hábitos esperados para convivir con el COVID-19
Lo que no podemos hacer es seguir viviendo en el encierro porque como ya he mencionado más arriba, devienen en otras forma de muerte.
DESDE LO INDIVIDUAL
Te dejo algún mapa de ruta para que puedas empezar desde tu responsabilidad individual, sabiendo que vas a ir en contra de tu naturaleza y no será fácil. Acuérdate que las pasiones, las facultades … nada tiene que ver con los HABITOS
DOMINA TUS HÁBITOS
1- Rompe tus malos hábitos:
( Primero, acepta que te hacen daño, identifica las causas profundas de sus malos hábitos y elimínalos de raíz)
2- Busca rodearte de personas con esos hábitos que tú deseas incorporar.
(Haz que los buenos hábitos se mantengan y así que sean duraderos y no modas. Los vínculos son tus “socios de aprendizaje” en este camino)
3-Deja las excusas y los “después”.
(Incorpora métodos probados que faciliten el inicio y el seguimiento de lo que te has propuesto hacer.)
4-Supera fallas y contratiempos.
(Aprende a recuperarte de la adversidad y retomar el camino rápidamente cuando te salgas del camino. Eres un ser humano y “puede fallar) pero no es excusa para que abandones!)
5- Celebra pequeños logros.
(Aprovecha la motivación y sigue tus metas. Aprende cómo seguir adelante con lo que te has propuesto hacer, ya sea que te sientas motivado o no.)
En mi próximo artículo, te cuento sobre Disparadores que facilitan el cambio y desarrollo de nuevos hábitos y cómo yo lo aplico con muy buenos resultados.
Recuerda “start small”:
- Lávate las manos con frecuencia, usa tapaboca, mantén distancia social!
- Domina a tus pasiones y edúcate a fuerza de entrenamiento en nuevos hábitos.
- Esto va a pasar pero todo habrá cambiando …
Gracias por leerme!
Siempre disponible a aprender intercambiando ideas con sentido propositivo!
Te dejo un Bonus Track